martes, 5 de octubre de 2010

28-sept-2010

Hoy ha sido una de esas mañana en que vas todo caliente, aunque yo siempre voy caliente, jeje. Me he ido a la playa nudista y en principio no se veía mucho movimiento. Sólo había un tío en la roca superior mirando a la playa. No se veía mal, pero preferí meterme entre las cañas a ver si había algo mejor. LLegando salía una gorda fea que se me quedó mirando y yo pasé de ella porque si no ya sabes, te siguen y no estaba para eso. Rebusqué entre todas las sendas y nada, no había nadie. Miré hacia la playa y tampoco, sólo había uno desnudo entre las dunas pero no me iba a acercar, y un mirón paseándose por detrás. Me volví con intenciones de irme y cuando iba saliendo el tío que estaba en la roca viene bajando tocándose la polla por encima del pantalón, y la tenía durísima, se le marcaba el bulto. Me quedé mirándolo a ver que acía y nada más entrar a las cañas se abrió la bragueta y se sacó aquel bicho, era grande y perfecta, de esas que te dan ganas de chuparla en cuanto la ves. Me lancé hacia él y se la acaricié, enseguida se la empecé a menear y me bajé los pantalones. Me empezó a acariciar las nalgas y me dio la vuelta. Me la puso en el ojete y sentí cómo lo apresionaba. Empezó a hacer fuerza para entrar, y yo, que sabía que no debía, dejé que lo hiciera. No sé cómo, porque normalmente soy muy cerrado y la polla aquella no era pequeña, pero incluso sin saliva me entró divinamente, aunque con un poco de dolor y placer al mismo tiempo. Empezó a encularme y yo trataba de retirarme pero me sujetaba fuertemente por la pelvis. Aunque me daba miedo que se corriera dentro, me dejé hacer porque me estaba muriendo de gusto, y pasó lo que tenía que pasar. Luego de unas cuantas embestidas, que no fueron muchas, lo sentí gemir, intenté retirarme pero era tarde. Yo empecé a decir: No, no. Y él me respondió mientras me la sacaba: Por qué no? Mientras sonería. Cuando me la sacó del culo vi un chorro blanco salir de su capullo pero ya sentía dentro de mí su lefa, seña de que tenía parte de su leche dentro. Se limpió con un papel que traía en el bolsillo y se fue. Yo me aparté a las cañas y me agaché para ver si me salía la leche. Pujé un poco y efectivamente, salió algo. Me aterroricé, pensé en lo peor y aún estoy asustado. Espero que no pasé nada y espero que mis calentones no dejen que vuelva a hacer esto.

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